Desde la acera de enfrente y los márgenes de la cis-heteronormatividad patriarcal alzamos de nuevo, un veintiocho de junio, nuestra pluma con orgullo.
Lo hacemos para invadir las calles, las plazas, los pueblos y los balcones del país con los colores de la diversidad, de la libertad y la igualdad y con banderas que respetan las diferencias, fortalecen las democracias y promueven el respeto.
- Seis años han pasado desde que aprobamos por unanimidad de los grupos parlamentarios presentes en las Cortes de Aragón las leyes trans y LGTBI del país.
- Cuarenta y tres desde que se realizó la primera descripción clínica de casos de lo que se denominaría luego sida y que asoló nuestra comunidad.
- Cuarenta y siete desde la primera manifestación de un Orgullo LGTBI en el estado español, en Barcelona.
- Cincuenta y cinco desde las revueltas acaecidas en el Stonewall Inn de Nueva York, que motivaron las manifestaciones de Orgullo actuales.
- Una vida entera poniendo nuestros nombres, nuestras caras y cuerpos frente a quienes niegan los derechos humanos y trabajan en pro de la discriminación, la intolerancia y el odio.
Hoy seguimos denunciando los niveles más altos de violencia, exclusión y privación de derechos debido al estigma, la discriminación y la criminalización de nuestras realidades no sólo en muchos lugares del mundo, sino también en nuestro país.
La implementación de las leyes 4/2018 y 18/2018, que dotan de derechos y protección jurídica a las personas trans, a las LGBI y a nuestras familias en Aragón no se está llevando a cabo como debería y la estrategia de desarrollo de la ley estatal sigue sin avances significativos, como tampoco se está considerando la puesta en marcha de la ley estatal 15/2022, integral para la igualdad de trato y la no discriminación.
Para lograr la igualdad real consideramos indispensable contar con los feminismos e interseccionar realidades. Y, es que, combatir la LGTBIfobia pasa por erradicar el machismo y el sexismo, pero también la aporofobia y el clasismo, el racismo, la xenofobia y el capacitismo, la islamofobia, el antisemitismo y la cristianofobia, el edadismo y la misoginia, la plumofobia, la gordofobia, y cualquier otra forma de vulneración de los derechos humanos, así como el cuestionamiento de la dignidad de la persona.
Somos comunidad: resistencia, resiliencia y memoria
Este 28J estamos las presentes recordando a las ausentes y alzamos la voz por quienes no han llegado hasta hoy y por quienes, habiendo llegado, han visto arrebatado injustamente su derecho a ser, vivir y vivirse libremente. Especialmente, las personas mayores de la comunidad. Pero no sólo ellas, también las personas no binarias, las, los y les menores trans, las migrantes, racializadas y las que se encuentran bajo protección internacional, las que tienen alguna discapacidad y ven tutelada su vivencia de la identidad, las que se encuentran en situación de sinhogarismo, las rurales abocadas al sexilio y, por supuesto, las víctimas de violencias machistas y de incidentes de odio.
En este día de Orgullo, hacemos un llamamiento a no olvidar la memoria colectiva y a no reescribir el pasado. Es nuestra obligación dar esperanza a quienes no pueden manifestarse y a quienes no pueden vivirse en libertad porque sólo teniendo memoria histórica abordaremos los retos presentes y futuros de la justicia social.
Somos una comunidad resiliente, resistente, desobediente y superviviente que se reinventa constantemente, que se apropia del insulto, que ha sido solidaria con sus iguales y que es heredera de aquellos grupos activistas que generaron un movimiento que ha hecho historia y que ha dado esperanzas a quienes no la tenían.
En este 2024, desde el Observatorio reclamamos:
- Frente al patriarcado, más feminismo.
- Frente a la moralidad cis-hetero-monosexista, más laicidad.
- Frente al capitalismo, más socialismo y solidaridad.
- Frente al españolismo, más aragonesismo europeísta.
- Frente a la supremacía étnico- racial, más diversidad.
- Frente a las políticas represivas y regresivas, más unidad de acción, de criterio y de discurso.
¡Muy feliz, reivindicativo, empoderante y orgulloso 28 de junio!